¡Saludos, queridos lectores! Hoy, quiero llevaros a un emocionante viaje hacia el mundo de la educación en el siglo XXI, donde las aulas no conocen límites y la tecnología se convierte en una aliada poderosa. En este recorrido, nos centraremos en una plataforma que ha conquistado el corazón de jóvenes y adultos por igual: ¡Instagram! ¿Pueden imaginar el potencial educativo que se esconde detrás de esas coloridas fotos y creativas historias?
Instagram, inicialmente conocido por ser un espacio para compartir momentos visuales de la vida cotidiana, ha evolucionado más allá de las selfies y las fotos de paisajes. Su interfaz intuitiva y su enfoque visual lo convierten en un recurso invaluable para maestros y maestras que buscan llevar el aprendizaje a nuevas alturas.
¿Quién dijo que el aprendizaje no puede ser divertido? En Instagram, numerosos maestros y maestras comparten sus experiencias, estrategias y recursos educativos de manera creativa. Quiero mencionar algunas cuentas que he descubierto durante este cuatrimestre y que me resultan muy interesantes por la forma en la que aúnan está aplicación con el proceso de enseñanza-aprendizaje:
Nerea Riveiro se ha ganado este puesto a pulso con gran trabajo y dedicación. Pedagoga de vocación y especialista en Atención Temprana y en Evaluación Pedagógica crea material educativo que comparte casi a diario en su cuenta.
Jorge es un maestro tinerfeño que no duda en compartir los recursos que utiliza en su práctica diaria. ¡Todos sus materiales son una joya, no te los puedes perder!
Esta maestra de primaria de Zaragoza nos ofrece su día a día en el cole a través de esta cuenta. ¡Gran aprendizaje con calidad asegurada!
Como habéis podido comprobar Instagram no solo se trata de publicar contenido, como fotos de playas, comida y mostrar al mundo "lo felices que somos y lo bien que nos va" también es un espacio para construir comunidades educativas. Los maestros pueden compartir experiencias y recursos de todo el mundo, obtener retroalimentación y colaborar en proyectos educativos.
Si bien Instagram ofrece innumerables oportunidades educativas, es importante abordar también las desventajas. Una preocupación clave es la distracción. La plataforma, originalmente diseñada para el entretenimiento, puede desviar la atención de los estudiantes hacia contenidos no relacionados con la educación. Es esencial establecer límites claros y fomentar un uso responsable de la plataforma en el entorno educativo.
Nunca me había planteado que esta aplicación pudiese tener una vertiente educativa, pero he confirmado que bien trabajada y con ciertos límites se puede introducir en el aula y sacarle provecho. Espero en un futuro, ser un docente que expone sus métodos y reflexiones en una cuenta dónde todo el mundo pueda nutrirse.
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