Aunque he hecho alguna que otra entrada referente a este tema, en esta quiero reflexionar sobre la manera de actuar ante los comportamientos disruptivos de algunos alumnos en el aula.
Es cierto que es agotador enfrentarte cada día a determinados alumnos que sea por el motivo que sea están en constante desafío con el profesor de turno, sus compañeros o con quién se les ponga por delante.
Son comportamientos que intentan desestabilizar la armonía de la clase, hablando fuera de tiempo, interviniendo de una forma que no va de acuerdo con el tema que se está tratando simplemente con la finalidad estoy seguro de llamar la atención.
Bien, he podido observar que la mayoría de estas veces la solución pasa por poner a copiar al alumno un número determinado de veces aquello que debe hacer, o bien es expulsado del aula o en el peor de los casos es enviado al despacho de dirección para tratar directamente con la directora.
Bajo mi punto de vista no es el mejor remedio, y considero que pierde efectividad en el momento en el que esta técnica se emplea casi a diario en el aula y he percibido que, por parte de los alumnos castigados, se convierte en una rutina que asumen sin ningún tipo de moraleja.
Creo que se hace necesario indagar profundamente en los intereses de estos alumnos más conflictivos y elaborar un plan de acción que mantenga un alto nivel de motivación en ellos que no les permita divagar en pensamientos que alteren el orden funcional del aula.
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