¡Qué difíciles son las relaciones personales!
A cualquier nivel, pero durante mis prácticas he podido comprobar que en el entorno escolar también se dan esas dificultades.
Por parte del alumnado he podido comprobar que ya a esta edad empiezan los enfados, las disputas, etc., aunque bien es cierto que son pasajeras y lo que se ha discutido en el patio o en la clase no suele trascender mucho.
En cuanto a las familias, la brecha es mayor y se complica. Es evidente que todos las familias quieren lo mejor para sus hijos e hijas y en multitud de ocasiones les cuesta comprender que sus hijos forman parte de una comunidad educativa donde se intenta individualizar en la medida de lo posible, pero que existen unos parámetros y normas que se tienen que cumplir siempre para un buen funcionamiento del centro, y a raíz de estas cuestiones suelen surgir los conflictos.
Por último las relaciones entre los docentes también suelen a veces ser complicadas, sobre todo en aquellos docentes que imparten sus materias en el mismo aula, y donde divergen mucho las formas de desarrollar la enseñanza.
No hay que olvidar también las relaciones que se dan entre el cuerpo docente y el equipo directivo que en ocasiones se deterioran por los intereses que cada uno defiende.
Comments