La revolución digital que la sociedad viene experimentando desde hace más de una década ha supuesto un cambio radical en la forma de entender el mundo que nos rodea.
Incontables son los beneficios que suponen el avance de la tecnología en todos los ámbitos, de la salud, educativo, organizativo, de ocio y entretenimiento, etc.
Gracias a la tecnología, las distancias ya no suponen una barrera y la información viaja por la red de manera ipso facta, por lo que el conocimiento está al alcance de cualquier persona que disponga de un dispositivo con conexión a Internet.
A nivel educativo el cambio de paradigma no tiene parangón y son las TIC las que han contribuido a la proliferación de nuevas metodologías activas que sitúan al alumnado en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
A pesar de estas ventajas tan notorias, es necesario analizar la cara B de las TIC y ver que impacto medioambiental supone su uso.
Y nuestro deber como docentes está en generar situaciones de aprendizaje con el fin de crear conciencia en nuestro alumnado para que asuman y conozcan los efectos nocivos de la tecnología a nivel medioambiental.
Revisar diferentes portales y artículos referidos a este tema me permiten reflexionar y llegar a la conclusión de que el impacto medioambiental que generan las TIC viene determinado por tres procesos que le atañen.
El primer proceso es el de la fabricación y producción de los propios dispositivos electrónicos para los que es necesario el uso de minerales y metales que proceden de las minas, uno de los sectores que más contaminación producen en la Tierra. Además de esto, muchas de estas minas se encuentran en países de legislación muy laxa o carente de ella a nivel medioambiental, sin tener en cuenta además del atentado contra los derechos humanos que supone el trabajo en este tipo de minas en lo referente a explotación laboral e incluso infantil.
El consumo de datos es otro elemento que afecta al medioambiente, toda la información que se genera en la red requiere de unos servidores donde se almacena, con el consiguiente gasto energético y las emisiones de CO2 que esto supone.
Por último, cabe destacar la ingente cantidad de residuos que genera la tecnología. Su reciclaje inapropiado, la obsolescencia programada, así como la cultura tecnológica que invita a tener el último modelo de cualquier dispositivo aunque el anterior cumpla perfectamente sus funciones, contribuyen a que el impacto medioambiental sea aun mayor.
A partir de estas reflexiones y enfocado en la concienciación del impacto medioambiental para el alumnado de Educación Primaria vamos a analizar el juego de Desarma tu móvil de Alejandro Ramos, profesor de Biología y creador de materiales didácticos del área de ciencias.
En las imágenes de arriba aparece el tablero de juego y las instrucciones.
El juego pretende que el alumnado conozca los minerales y metales que son necesarios para la fabricación de los teléfonos móviles, para que sirven y de como estos están sometidos a una sobreexplotación en las minas de origen, generando multitud de conflictos. A su vez, pretende dar a conocer como la ausencia de reciclaje de estos componentes puede impactar en el medio ambiente.
En cuanto a las instrucciones del juego hemos decidido hacer alguna pequeña modificación para darle algo más de competitividad. La modificación consiste en que cuando un grupo ha conseguido una tarjeta de algún mineral de una casilla y otro grupo cae esa casilla, tiene la posibilidad de robársela. Para ello el equipo que no se disputa la tarjeta formulará una pregunta distinta a cada equipo contrincante sobre alguna curiosidad de algún mineral (en nuestro caso buscábamos la información en el móvil, pero sería conveniente tener tarjetas denominadas "duelo" para esta parte del juego), con tres posibles respuestas, el que acierte gana la tarjeta.
Creemos que esta nueva regla es muy motivadora porque aunque algún equipo haya conseguido muy pocas tarjetas durante el juego, va a tener la posibilidad de robarlas, no desanimarse y tener opciones de ganar.
Para analizar si el juego es adecuado para trabajar en la etapa de Primaria, he revisado el currículo del tercer ciclo de Educación Primaria del área de Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, donde aparecen los siguientes saberes básicos que podrían estar relacionados con el juego:
– Clasificación básica de rocas y minerales. Usos y explotación sostenible de los recursos geológicos.
– Las formas de energía, las fuentes y las transformaciones. Las fuentes de energías renovables y no renovables y su influencia en la contribución al desarrollo sostenible de la sociedad.
– El desarrollo sostenible. La actividad humana sobre el espacio y la explotación de los recursos. La actividad económica y la distribución de la riqueza: desigualdad social y regional en el mundo y en España. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
– Estilos de vida sostenible: los límites del planeta y el agotamiento de recursos. La huella ecológica. Analizados los saberes básicos que se exigen en primaria, creo que el juego es plenamente compatible con los mismos y se pueden trabajar todos ellos en cada partida.
- Las casillas moradas invitan a la concienciación y la responsabilidad medioambiental mediante el reciclaje y el consumo responsable de los dispositivos.
- Las casillas azules ponen de manifiesto como determinados minerales y su sobreexplotación atentan directamente contra el medioambiente y son en ocasiones la base de conflicto en países subdesarrollados.
- Las casillas de los minerales trabaja los contenidos propios de la geología, analizando los diferentes tipos de minerales y su uso.
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