En la era contemporánea, la información fluye de manera constante, formando una red compleja de datos digitales. En este entorno hiperconectado, surge un desafío significativo que cada vez afecta a más personas: la infoxicación. Es el resultado de la sobreabundancia de información, plantea la dificultad de discernir la relevancia y veracidad de los contenidos consumidos. En este contexto, es esencial explorar soluciones efectivas para no solo sobrevivir, sino también prosperar en medio de la sobrecarga informativa, alejándose de problemas mayores como puede ser el rechazo digital, la ansiedad e incluso la depresión.
El primer paso crítico implica reconocer cuándo estamos inmersos en un estado de infoxicación. Ya sea a través del constante flujo de mensajes en redes sociales o la avalancha de correos electrónicos, es fundamental identificar los signos de saturación informativa, muchas veces nuestra propia vida como estudiantes llega a saturarnos con la cantidad de información que absorbemos en cada clase.
En un panorama donde la información excede nuestra capacidad de procesamiento, la habilidad para curar contenido adquiere una relevancia crucial. Seleccionar fuentes confiables y aplicar criterios para filtrar información relevante se convierte en un componente fundamental para evitar la sobrecarga y asegurar la absorción de contenidos valiosos y veraces. Selecciona aquello relevante y de interés y crea una red de información afín a tus intereses (te recomiendo Scoop it y Diigo).
Establecer límites temporales para la exposición a la información digital también se vuelve esencial. Programar períodos de desconexión y participar en actividades analógicas contribuyen a aliviar la fatiga informativa. La reflexión consciente sobre el contenido consumido, dando prioridad a la calidad sobre la cantidad, resulta imperativa.
A pesar de que la tecnología proporciona acceso a una cantidad abrumadora de información, la búsqueda de un equilibrio se presenta como imperativa. La desconexión intermitente, la práctica de la atención plena y la dedicación a actividades analógicas representan estrategias eficaces para contrarrestar los efectos perjudiciales de la infoxicación, brindando la oportunidad de restaurar la claridad mental en medio del caos digital.
En la lucha contra la infoxicación, la educación desempeña un papel trascendental. Desde la instrucción en habilidades de búsqueda en línea hasta la promoción de la alfabetización mediática, empoderar a las generaciones futuras con las herramientas necesarias para navegar en el vasto entramado de información se torna esencial para forjar una sociedad informada y resistente.
En definitiva, la infoxicación no es un fenómeno que desaparecerá por sí mismo. Para subsistir y destacar en la era de la sobrecarga informativa, es necesario desplegar habilidades de navegación en pro de un equilibrio digital saludable. La clave radica en ejercer nuestro poder de selección, determinando qué corrientes de información enfrentar y cuáles dejar pasar, con el propósito de navegar con éxito a través del desafío de la infoxicación.
Referencias bibliográficas
Unam, F., & Unam, F. (2019, 20 agosto). ¿Sabes lo que significa la infoxicación, sus consecuencias y cómo prevenirlas? | Fundación UNAM. Fundación UNAM. https://www.fundacionunam.org.mx/unam-al-dia/sabes-lo-que-significa-la-infoxicacion-sus-consecuencias-y-como-prevenirlas/
Mensalus, I. (2017, 3 marzo). Infoxicación: cómo combatir el exceso de información. psicología y mente. Recuperado 6 de enero de 2024, de https://psicologiaymente.com/social/infoxicacion
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