Definamos primero estos dos conceptos que aunque en tiempos lejanos pareciesen distantes hoy están estrechamente vinculados.
La biblioteca es un lugar o institución que almacena y ofrece una colección organizada de materiales escritos y actualmente recursos informáticos, que ofrecen información y conocimientos de carácter público. Por esta razón, las bibliotecas contienen una gran diversidad de libros, revistas, periódicos, audios, vídeos, documentos, etc., con el fin de facilitar su acceso y almacenamiento, ofreciendo una gran variedad de servicios.
Atendiendo al desglose de las siglas TIC, estas son las Tecnologías de la información y comunicación. Es decir, un conjunto de herramientas, recursos o sistemas tecnológicos que permiten gestionar, transmitir, almacenar, acceder o procesar todo tipo de información y comunicación digital, como los software o redes sociales.
En las bibliotecas observamos cada vez más la incorporación de una gran variedad de elementos y recursos digitales como los vídeos, la música, ordenadores, programas, aplicaciones, conexión a internet, etc., todo ello es necesario para ir dando respuesta y adaptándose a las nuevas tecnologías y a las necesidades de los usuarios. Sin olvidar la importancia del docente como principal agente de enseñanza entre la biblioteca y el alumnado.
La incorporación de la tecnología a la biblioteca es una oportunidad para mejorar los productos y servicios además de atraer a nuevos lectores y ser un referente dentro de la comunidad educativa. Lo digital no debe competir con el papel y por lo tanto las tecnologías no deben verse como un problema que enfrenta a los libros y a la lectura, de hecho las TIC fomentan el acceso a las bibliotecas a través de sus repositorios online, sus bases de datos y toda la gestión que a día de hoy se puede hacer digitalmente.
Sin ninguna duda, todo lo digital utilizado adecuadamente, nos ayuda a acercar la
biblioteca escolar a las familias y al alumnado, además de facilitar la posibilidad de
trabajar con el alumnado con necesidades educativas especiales y llevar a cabo acciones de inclusión y compensación educativa.
Desde el punto de vista de la biblioteca dentro del aula creo que una propuesta muy interesante sería hacer una propia biblioteca digital dentro de la clase.
Consistiría en tener un registro digital de los libros en papel que hay en el aula y fomentar que el alumnado sea el encargado de su gestión a través de un programa informático sencillo (podría ser perfectamente una hoja de Excel), además de disponer de manera virtual de una serie de títulos de lectura que el alumno pueda leer de forma digital, creando además un blog para compartir experiencias creando una comunidad lectora y una red de aprendizaje, con secciones de valoraciones, recomendaciones, imprescindibles, etc.
Las bibliotecas son y deben seguir siendo un templo del conocimiento, ahora adaptadas a la tecnología, pero sin perder su esencia.
Desde mi punto de vista el alumnado de primaria debe en primera instancia acercarse a la biblioteca tradicional, impregnarse de ese halo cultural que emanan, respetar los libros, sumergirse en ese ambiente de conocimiento, respetar las reglas que rigen las bibliotecas, y poco a poco adquirido ese hábito conocer sus posibilidades digitales y explotarlas al máximo.
Referencias bibliográficas
Granado, F. A. S. (s. f.). Las TIC y su aplicación en las bibliotecas. IFT. https://www.infotecarios.com/las-tic-y-su-aplicacion-en-las-bibliotecas/
TIC’s y la biblioteca. (s. f.). https://biblioteca.xoc.uam.mx/gaceta/anteriores/15_1/web/9.html
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