Hoy termina una etapa de mi formación, quizás la más importante de todas, el contacto directo con mi futura profesión.
Esta entrada está cargada de agradecimientos a todas las personas que han contribuido a hacer de esta experiencia una de las mejores de mi vida.
En primer lugar quiero agradecer a mi tutora Sagrario por abrirme las puertas de su aula, por su paciencia para dedicar siempre tiempo a explicarme todo lo que estaba a su alcance. Gracias por interesarte por aquellas metodologías nuevas que he llevado al aula e intentar ofrecerlas tu también en tu día a día, es muy reconfortante sentirse parte de un equipo en la que tus aportaciones se tienen en cuenta.
Quiero agradecer también a Raúl director del centro, por su ayuda inestimable y su predisposición a que me sintiese como uno más del equipo. Gracias por esas conversaciones de robótica y por entender que el futuro de la educación pasa por renovar la forma en la que se están dando las clases. No olvidaré la puesta a punto de las tablet y los quebraderos de cabeza que nos trajo.
Gracias al cuerpo docente, Alberto, Lola, Ana, Iria, Celia, Juan, Carolina, Teo, Maribel, sin vuestra ayuda y vuestros buenos consejos no hubiese aprovechado tanto esta oportunidad. Sois maestros de vocación, esos para los que las horas trabajadas de más no se tienen en cuenta cuando es en favor del alumnado. Gracias por vuestra creatividad, por saber hacer tanto con tan poco.
Gracias a José Vicente y Almudena, los alma mater del colegio, sin ellos nada funcionaría.
Gracias a Ricardo, mi tutor de la facultad por la paz que transmite en sus conversaciones, por templar los ánimos cuando he estado desanimado, por hacer de la prudencia y de la empatía un valor en alza.
Gracias a mi familia y a Diego por conseguir alejarme de cualquier problema que pudiera interferir en mi experiencia y ser pacientes cuando a penas tenía tiempo para dedicarles.
Y fundamentalmente gracias al los alumnos y alumnas de 4, a esos veintiséis estudiantes que me han enseñado cada día el valor de esta profesión, que han hecho que merezca la pena todo y cuanto he hecho en el centro y que han acrecentado aún más mi vocación docente. No se si conmigo habréis aprendido algo, de lo que estoy seguro es que yo de vosotros he aprendido muchísimo.
La despedida no es fácil, pero prefiero decir un hasta luego, seguiremos en contacto y quien sabe si algún día seremos compañeros.
Comments