De todos es sabido los múltiples beneficios de la lectura en la edad escolar, y también conocemos los discretos resultados del informe PISA en comprensión lectora que han obtenido los estudiantes españoles.
En nuestra aula, Sagrario lleva a cabo una actividad que me ha resultado sumamente interesante, con la que trabaja muchísimos aspectos lingüísticos además de fomentar la lectura.
Es un proyecto muy sencillo que se desarrolla a lo largo de todo el curso, consiste en que cada alumno debe leer un libro cada trimestre, el que más le guste y posteriormente debe hacer una exposición de 10 minutos frente al resto de la clase en el que haga una breve introducción del libro, en la que contextualice el libro, hable de los personajes, de la trama y del desenlace. Además al finalizar la exposición el alumno tira un dado con diferentes opciones como puede ser cambiar el final, lo que más te ha gustado, lo que menos,...
Me parece una iniciativa muy interesante puesto que:
Fomenta la lectura.
Desarrolla la creatividad e imaginación del alumnado.
Fomenta la oratoria.
Fomenta el desarrollo del lenguaje.
Supera las barreras que supone hablar en público.
Sitúa al alumnado en el centro del aprendizaje.
Hace de la lectura una actividad de disfrute.
Tenemos un amplio repertorio de literatura infantil y juvenil como para acotar la lectura a grandes clásicos que suelen estar desconectados de la realidad del alumnado. Soy partidario de la lectura sea cual sea, aquella que despierte el interés y que genera tristeza cuando se acaba el libro pero a su vez incita a embarcarse en una nueva experiencia lectora.
Tomo buena nota de este proyecto para aplicarlo en mi futura aula.
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